Hay momentos en los que sentimos que hacemos todo bien, trabajamos duro, nos esforzamos, pero el dinero simplemente no fluye como quisiéramos. Yo también lo viví, y lo que descubrí transformó por completo mi perspectiva: detrás de ese bloqueo económico estaba una herida emocional que nunca había reconocido, la herida de humillación.

La herida de humillación suele formarse en nuestra infancia, cuando nos hacen sentir avergonzados por lo que somos o por lo que hacemos. Tal vez fueron comentarios como “¿Por qué no puedes ser como tu hermano?” o “Eres un desastre con el dinero.” Esas palabras, aunque parecieran insignificantes, se quedan grabadas como creencias limitantes, que nos dicen: “No merezco más,” o “Si tengo éxito, seré juzgado.”

Y ahí está el problema: el dinero no es solo números, es energía. Si en nuestro interior hay vergüenza o miedo al juicio, inconscientemente rechazamos las oportunidades de abundancia.

En mi caso, me di cuenta de que cada vez que estaba cerca de lograr algo grande, me autosaboteaba. Ya sea gastando en cosas innecesarias, procrastinando, o simplemente sintiéndome culpable por querer más. Todo esto porque mi mente seguía conectando el éxito con el miedo a ser humillada.

💡 ¿Cómo afecta esta herida tu economía?

  • Te conformas con menos por miedo a destacar y ser criticado.
  • Evitas pedir un aumento o cobrar lo justo por tu trabajo.
  • Te sientes culpable por gastar en ti mismo, como si no lo merecieras.
  • Atraes relaciones económicas desbalanceadas, donde das más de lo que recibes.

Sanar esta herida no es fácil, pero tampoco imposible. Yo lo hice y puedo decirte que vale la pena. A través de herramientas como la hipnoterapia, la PNL y la sanación cuántica, empecé a liberar esa vergüenza y a reemplazarla por una nueva creencia: “Soy digno de éxito y abundancia.”

Cuando liberas la herida de humillación, empiezas a ver el dinero desde otro lugar: un recurso que refleja tu valor, no tu vergüenza. Comienzas a tomar decisiones desde el amor propio y no desde el miedo al qué dirán.

Si te sentiste identificada con esto, te invito a reflexionar: ¿Qué palabras, recuerdos o experiencias están afectando tu relación con el dinero hoy? Y lo más importante, ¿estás lista para liberarte y permitirte vivir en abundancia?

Recuerda, sanar tus heridas no solo transforma tu economía, transforma tu vida entera. 💛